Madres, lo lograron

on miércoles, 22 de diciembre de 2010

Respiro, suspiro y cierro los ojos.
Las veo en los escapes de mi mente y se empañan los ojos.
Ahí están. Esperando; como siempre.
En sus rostros, un par más de arrugas.
En sus ojos, la lucha de siempre.
Continuan sus pasos en círculos:
lentos, firmes, perseverantes.
La locura de la cordura no pasa de moda;
y ellas, locas cuerdas que se animaron, tampoco.
Hoy la historia les dió una caricia,
un consuelo justo de memoria y verdad.
Perpetua para Videla y Menendez;
y un perdón de mi parte, y como argentino que soy, a las nombres que ya no están.

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